¿Están costando caras la nuevas hidroeléctricas?

En un titular que denominó la Revista Vistazo como: "Nuevas hidroeléctricas están costando caro a los ecuatorianos" publicado vía twitter el día viernes, 07 de junio de 2019, toca un tema muy interesante de analizar.


Este reportaje lo podríamos dividir en 3 partes:

1.- La primera es el incremento del valor a pagar en las planillas de energía eléctrica que se evidenció en la ciudad de Guayaquil y cuyo problema le costó el puesto al gerente de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL), Wilfrido Veintimilla y la derogación del valor establecido por alumbrado público que aprobó la Agencia de Regulación y Control de Electricidad (Arconel). Cuya acción de corrección del inconveniente fue adoptada inmediatamente por el presidente Lenín Moreno.

2.- La segunda es el costo de construcción de las centrales hidroeléctricas, que según los datos presentados por la Revista Vistazo exceden del costo promedio internacional. Y además son causa del escándalo de coimas que se vió involucrado el gobierno de Rafael Correa.

Es indiscutible que el Ecuador necesitaba la construcción de nuevas hidroeléctricas, para evitar la importación de energía y el uso de las termoeléctricas que utilizan combustibles fósiles, que además de ser contaminantes para el planeta, representan un costo más elevado de producción; sin embargo no se ha justificado todavía la razón para construir más hidroeléctricas de las necesarias a tal punto que exceden en demasía lo requerido, cuando esos recursos bien pudieron ser empleados en otras áreas del país que requerían inversión urgente como la salud y la educación. 

Otra alternativa pudo haber sido planificar la construcción de las centrales hidroeléctricas por etapas, según vaya siendo la necesidad de generación eléctrica.

Esto forma parte del problema que tenemos en el Ecuador y que debería plantearse la formulación de una solución a nivel gobierno.

Todo proyecto de inversión debería contar con estudios serios que permitan identificar con claridad: monto de inversión, tiempo de recuperación de la inversión, capacidad instalada, necesidad actual y proyectada a 5, 10 y 20 años, etc. Además de incluir reglas claras respecto a estudios mal hechos y las multas a las empresas consultoras por generar información errónea, así como, sanciones administrativas y pecuniarias a los directivos de las instituciones públicas que no se acojan a cumplir con las recomendaciones de los estudios realizados.

Adicionalmente para evitar la corrupción en estos temas donde existen fuertes inversiones de dinero público, todo el proceso debería ser transparente y la información expuesta públicamente, sobretodo en la fase previa a la contratación, para que la ciudadanía pueda visualizar todo el proyecto, los costos y las ofertas presentadas, así como tener un período de objeción pública a la contratación, que pueda ser verificada y analizada por un organismo ajeno al proceso de contratación.

3.- En tercer lugar está el costo de mantenimiento de las nuevas centrales hidroeléctricas. Los dos temas anteriores ya sucedieron en el pasado y no se pueden cambiar, a diferencia de este que es un tema de actualidad. 


El costo de producción según este reportaje es de USD 9,16 y el valor que se recauda fluctúa entre USD 7,41 y USD 10,39.

Aquí el país tiene que analizar 2 cosas: si el costo de producción es similar al promedio internacional (dato que no ha sido publicado en este reportaje) y si los actuales valores de comercialización no generan pérdidas.

Como se puede apreciar en los datos publicados, la industria paga un valor menor al valor del costo de generación. Es decir, todos los ecuatorianos subsidiamos este valor a los empresarios del sector industrial. Este subsidio es bueno en tanto exista un retorno económico y social para el país, caso contrario simplemente es una excusa para que los empresarios de este sector obtengan mayores utilidades a costa de todos los ecuatorianos.

Al decir: "retorno económico", me refiero, cuando la actividad industrial, como resultado de la exportación de productos o servicios, permiten el ingreso de divisas al país, algo que es muy importante en una economía dolarizada. Además de representar este ingreso de divisas a la propia empresa, también se ven reflejados ingresos al fisco por medios de impuestos.

Al decir: "retorno social", me refiero, a las plazas de trabajo que se generan en el sector industrial y que forman parte del motor que hace funcionar la economía del país.

A todo esto, aún no encuentro un análisis económico sobre la conveniencia o no de este subsidio para el sector industrial. Existe la posibilidad que el sector industrial pueda seguir siendo rentable sin el subsidio que pagamos todos los ecuatorianos.

Regresando al tema del costo de mantenimiento de las hidroeléctricas, debería plantearse un estudio sobre la optimización de este sector. 
Se menciona que existen centrales térmicas, que posiblemente ya no se utilizan y quizás no se vuelvan a utilizar, con tanto excedente energético. Se podría evaluar la pertinencia de vender estas centrales a países que requieran de este tipo de generación de energía termoeléctrica.

Otra alternativa es cambiar el chip de la campaña de ahorro de energía eléctrica, por otro de consumo. No existe un mecanismo tecnológico de ahorro de energía a gran escala, como los acumuladores eléctricos que comúnmente encontramos en una tienda electrónica, por lo que este recurso deberíamos utilizarlo en el presente. Por ejemplo, incentivar el uso de vehículos eléctricos de transporte público y privado. Ayudaríamos al medio ambiente y aprovecharíamos el recurso energético sobrante.

En fin, el sistema de generación eléctrica, es un tema de actualidad que debe afrontar con la mayor agilidad posible el actual gobierno.

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